10/11/14

Lady Gaga enloquece y hace enloquecer en su paso por Barcelona


Anoche tuvo lugar en el Palau Sant Jordi de Barcelona el único concierto en nuestro país de la artRAVE de Lady Gaga, la última gira de la cantante en promoción de su álbum "ARTPOP". Tras casi nueve meses de espera desde que se pusieran a la venta las entradas, y con varias copas encima para calmar los típicos nervios, a las nueve y media de la noche me encontraba en mi asiento listo para poder disfrutar por fin del nuevo espectáculo de una de mis artistas favoritas. Y valió la pena. MUCHO.

Ante una audiencia enloquecida y con media hora de retraso, la cantante apareció en su Coliseo del Olimpo particular ataviada con unas alas doradas y una de las famosas bolas de Koons incrustada en el pecho, para entonar el tema que da título al álbum, en el que tal vez fue el momento más místico de la noche. Gaga, totalmente en su salsa, cantó a continuación otras canciones del disco, como "G.U.Y.", "Donatella" o la ENORME "Venus", en la que actuó rodeada de extravagantes flores y con el ya clásico sujetador de conchas. Uno de los momentos más memorables de la noche llegó al final de "MANiCURE", cuando la intérprete perdió la cabeza y se lanzó al público sin pensárselo dos veces, en una escena que recordó, guardando las distancias, a un ataque de zombies de la popular serie "The Walking Dead".



Afortunadamente, también hubo hueco para temas más antiguos, como "Just Dance", "Poker Face", "Telephone" o "Paparazzi", que precedieron a la parte menos frenética del show: acompañada únicamente de su piano, Gaga cantó la bonita balada "Dope", mientras el público la acompañaba con las luces de sus teléfonos móviles en una escena difícil de olvidar. Finalizado el momento pianero con la queenística "Yoü & I", la cantante se tomó un descanso para hablar con sus fans, que en todo momento le lanzaban todo tipo de objetos: peluches, camisetas, flores... y una carta que dio pie al momento lacrimógeno de la noche.

En medio del caos reinante, Gaga decidió leer dicha carta, en la que un fan le daba las gracias por los buenos momentos que le había dado, y también por haberle ayudado a superar sus problemas alimenticios a través de su música. La cantante, famosa por su cercanía con sus seguidores, decidió subir a dicho fan al escenario, donde lo abrazó, bailó con él y le cantó a escasos centímetros de la cara una maravillosa versión del clásico de 4 Non Blondes "What's Up?". Sin duda alguna, fuimos muchos los que nos tuvimos que aguantar la lagrimilla ante tan emotiva escena.



El ritmo volvió a acelerarse con un frenético popurrí en el que se sucedieron hits como "Judas", "Aura", la sugerente "Sexxx Dreams" o la ya clásica "Alejandro", en la que Gaga incluyó la palabra Barcelona en la letra de la canción de forma bastante graciosa y acertada. La cantante también tuvo tiempo para acordarse de "Cheek 2 Cheek", su reciente disco en colaboración con Tony Bennett, y, con una enorme peluca de rizos y una voz digna de una diva del jazz, entonó la inolvidable "Bang Bang (My Baby Shot Me Down)" que en su momento interpretaron artistas tan dispares como Nancy Sinatra o Cher.


La traca final llegó de la mano de "Bad Romance", que volvió a recordarnos a todos que esta mujer es capaz de componer verdaderos himnos de la música pop, "Applause" y "Swine", tras la cual Gaga desapareció del escenario ante la estupefacción total de todos los que nos encontrábamos allí. Varios minutos después, la cantante volvía a la pasarela para interpretar la gran "Gypsy", y, ahora sí, el show tocaba a su fin tras más de dos horas de diversión y puro entretenimiento.

Como era de esperar, Lady Gaga fue la total y absoluta protagonista de la noche. A pesar de ser una bailarina bastante limitadita, no paró de moverse de un lado a otro del escenario en ningún momento, y vocalmente estuvo estupenda de principio a fin del show. El público la adora, y ella adora a su público, y eso se notó desde que empezó a sonar la música. Venderá más o menos discos, se la criticará y venerará hasta la saciedad, pero no cabe duda de que esta mujer nació para ser artista, y anoche dio una lección maestra de lo que es un espectáculo de música pop. A mí, desde luego, me convenció para volver a verla la próxima vez que nos deleite con su visita. ¡Larga vida al POP!

★★★★★

  • Lo mejor: la selección de canciones; la puesta en escena; la propia Lady Gaga, que demostró una vez más por qué tiene esa legión abrumadora de fans.
  • Lo peor: teniendo en cuenta el enorme catálogo de hits que tiene, se echaron en falta más temas de la era "Born This Way", pero también de "ARTPOP", como la insultantemente olvidada "Fashion!"; la calidad de sonido, que a veces impedía que se escucharan las canciones del todo bien.

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