La polémica está servida. Si hay una cantante japonesa conocida mundialmente a día de hoy, ya sea por su talento o por sus estilismos imposibles, esa es Kyary Pamyu Pamyu. Y es que en sus menos de tres años en la industria, su popularidad no ha hecho más que crecer de forma vertiginosa desde el primer momento.
Con sólo dos álbumes en el mercado, la cantante, de tan sólo 21 años, ha realizado giras dentro y fuera de Japón, ha publicado una autobiografía, ha aparecido en televisión con artistas internacionales de la talla de Katy Perry, ha participado en bandas sonoras de películas, y a día de hoy aparece constantemente en las campañas publicitarias de las marcas japonesas más prestigiosas (la última, de la mano de la marca de telefonía móvil au). Kyary es, sin duda, una bestia en términos de marketing, pero ¿es suyo todo el mérito?
Es evidente que la joven artista tiene todo lo necesario para triunfar y mantenerse siempre en el punto de mira: sus estilismos, así como sus videoclips, son bizarros a la par que adorables; es graciosa, simpática y educada, y tiene la habilidad innata de caer bien y seducir a públicos de todas las edades. Aunque su voz no es nada del otro mundo, sus canciones son pegadizas y bailables, y, pese a su tono infantiloide, son accesibles para cualquiera (y esto lo digo desde la experiencia, pues no es poca la gente que conozco ajena al mundillo del j-pop que se ha declarado fan de canciones como "PONPONPON" o "Invader Invader"). Pese a todo esto, Kyary no deja de ser una intérprete, una mera imagen que se limita a interpretar esas canciones que en su totalidad han sido compuestas, producidas y escritas por Yasutaka Nakata, probablemente el productor japonés más famoso de la actualidad.
Líder del dúo CAPSULE y autor de los mayores éxitos de artistas como MEG o Perfume, Nakata ha producido todas y cada una de las canciones de Kyary... hasta la fecha. Este tándem infalible podría tener los días contados, pues la propia Kyary hacía unas declaraciones la mar de sorprendentes en una entrevista publicada en el magazine digital británico Dazed hace unas horas. En ella, la cantante hablaba de cosas tan banales como la presencia de lo kawaii en la música actual, pero lo que más me ha llamado la atención ha sido su respuesta a una pregunta en concreto, que he traducido al castellano para poderla debatir en este post:
ENTREVISTADOR: ¿Te gustaría trabajar siempre con el mismo productor (Yasutaka Nakata)? ¿O tal vez te gustaría crear música con otra gente?
KYARY PAMYU PAMYU: Soy una gran fan de Yasutaka Nakata, y estoy convencida de que en el futuro volveré a trabajar con él. Aun así, a veces pienso que me gustaría escribir mis propias canciones. Es probable que en el futuro le envíe ideas para escribir las letras de mis canciones.
Aunque la cantante en ningún momento dice que vaya a dejar de trabajar con Nakata, me llama poderosamente la atención el hecho de que deje caer la posibilidad de dejar de trabajar exclusivamente con él. De hecho, en otro punto de la entrevista se menciona que la cantante colaborará en el futuro con el productor británico SOPHIE, y también con el grupo de electrónica francés Yelle (del que me considero muy, muy fan). Por otra parte, Kyary parece querer crecer como artista y empezar a escribir las letras de sus canciones, lo cual la podría alejar de alguna forma de esa imagen de producto prefabricado que tanto éxito le ha proporcionado.
Aunque la entrevista es totalmente fiable, lo cierto es que todo esto no dejan de ser rumores que, de ser ciertos, no tienen por qué ser considerados como algo negativo. Después de todo, es lógico y totalmente lícito que un artista decida, en algún momento de su carrera, arriesgarse, probar nuevos estilos y trabajar con diferentes productores. Eso sí, esperemos que la adorable Kyary no se olvide de Nakata, pues él es, sin duda, un punto clave de la base de su éxito. Habrá que estar pendientes a sus próximos lanzamientos...
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